Tengo un anhelo en el alma mía
que la lluvia no pare sobre mi piel
bendita sea esta aguamiel
cubriendo arida fisonomía.
Que no cese el chorro de la fuente
depuracion y restaño sean
así mis adversarios no vean
bajo mi armadura esplendente.
Envolviendome eternamente
tras ella me oculto hace siglos
debajo mi esencia es ausente.
Pasé por esta vida batallando
pisé fuertemente terco camino
haciendo imperativo de «llegando».
A mi resilencia.
Todos los derechos reservados.
Deja una respuesta