Apresúrate, vuelve, te lo ruego
dejando el frío manto nevado
el deshelar de jornadas logrado
oteando en el césped el riego.
Cárcel de ropajes mi piel padece
de abrazos desprovista presenta
la aridez del invierno aumenta
gelidez mis sentidos adormece.
insuflando gentil aire cálido
los almendros nevados brotarás.
A un cuerpo de caricias ávido
de exánime a vivaz tomarás
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