Con nocturnidad y alevosía
Vino a robar mi alegría
Salió de la nada, del negro infinito
Unas rejas sin flores son más rejas
La luna espejea, su caballo espolea
Dame tus labios morena
Se los di presto, volvió al día siguiente
Dame tu abrazo blancapiel
El más fuerte que pude… para él
Dame tu trémulo cuerpo, dámelo
De una entrega total llené la noche
Las estrellas son testigos
Se alejaron los cascos de su corcel
Con ellos mi esperanza
Nunca más supe de él.
Deja una respuesta